Historia Mitológica

El último paraíso perdido del Viejo Continente es la también conocida como “la tierra del hielo”.  Es una tierra joven que inició su formación hace 15-16 millones de años, cuando un conjunto de erupciones volcánicas en el fondo del Océano Atlántico, crearon una montaña que despuntó de mar.

Islandia sigue creciendo hoy y su origen volcánico es demostrado con la presencia de campos de lava, cráteres, volcanes, montañas de piedra pómez y extensiones de cenizas volcánicas.

Su juventud es el motivo por el que existen pocas especies de insectos y solo unos pocos mamíferos.   Las aves aún están descubriendo Islandia.  No hay reptiles ni anfibios; no hay animales peligrosos.  Quizás por ello, un ave famosa de Islandia es el “frailecillo común”.

Lugares Poco Frecuentados

El paisaje islandés, como sus habitantes, presenta profundos y ricos contrastes para deleitar a los aventureros que viajan a este país.  Del frío ártico a los ardientes volcanes, los lagos, fiordos y aguas en termas salpican el territorio en un alarde de artificio sin igual.

De la clara y limpia atmósfera de campo, Islandia pasa a las abrumadoras ciudades llenas de una cultura fascinante, y las pequeñas aldeas que surgen, llenas de historias.

Las Tierras Altas
Es la Tierra misma la que surge llena de vida, creando de la piedra, de la arena, del hielo, del vapor y del agua, obras de arte que quitan el aliento. Sus mayores atracciones nos llevan a Askja, Kjölur, Kverkfjöll (con espectaculares cuevas debajo del glaciar), Landmannalaugar (conjunto de montañas de riolita que enriquece el paisaje con sus colores amarillo, rojo y verde, mezclados con los vapores que emanan en la zona), Sprengisandur (en agosto, su flora cubre como una alfombra de color violeta las negras arenas, teniendo como fondo la blancura del glaciar) y Þórsmörk (valles verdes rodeados de montañas negras).
El Este
Una variedad y continuo contraste de paisajes. Aquí encontrará desde fértiles y boscosos valles hasta fenómenos geológicos únicos; todos siempre con el magnífico glaciar Vatnajökull como telón de fondo, en cuyo interior se pueden visitar sus cuevas. Entorno a la belleza titánica del glaciar, encontrarás las tierras más verdes, las arenas volcánicas más negras que en ningún otro lugar; una serie de escenarios que han sido inspiradores para el cine internacional. La fauna aviar de la región es muy rica. Es aquí donde la mayoría de las aves migratorias llegan, además de numerosas especies erráticas desviadas desde la Europa occidental.
El Norte
Acogedoras comarcas, montañas espectaculares, islas frente a las costas y una tierra viva hacen del norte de Islandia un mundo único. Es la tierra soñada por los senderistas, donde el ocaso, en época de solsticio de verano, no tiene parangón, cuando el sol apenas besa el mar antes de elevarse de nuevo. Es la tierra que une literatura medieval, la historia y la naturaleza, que en conjunto brinda la paz y tranquilidad que en muchas ocasiones es lo que verdaderamente se busca al viajar.
Las Tierras Altas
Es la Tierra misma la que surge llena de vida, creando de la piedra, de la arena, del hielo, del vapor y del agua, obras de arte que quitan el aliento. Sus mayores atracciones nos llevan a Askja, Kjölur, Kverkfjöll (con espectaculares cuevas debajo del glaciar), Landmannalaugar (conjunto de montañas de riolita que enriquece el paisaje con sus colores amarillo, rojo y verde, mezclados con los vapores que emanan en la zona), Sprengisandur (en agosto, su flora cubre como una alfombra de color violeta las negras arenas, teniendo como fondo la blancura del glaciar) y Þórsmörk (valles verdes rodeados de montañas negras).
El Este
Una variedad y continuo contraste de paisajes. Aquí encontrará desde fértiles y boscosos valles hasta fenómenos geológicos únicos; todos siempre con el magnífico glaciar Vatnajökull como telón de fondo, en cuyo interior se pueden visitar sus cuevas. Entorno a la belleza titánica del glaciar, encontrarás las tierras más verdes, las arenas volcánicas más negras que en ningún otro lugar; una serie de escenarios que han sido inspiradores para el cine internacional. La fauna aviar de la región es muy rica. Es aquí donde la mayoría de las aves migratorias llegan, además de numerosas especies erráticas desviadas desde la Europa occidental.
El Norte
Acogedoras comarcas, montañas espectaculares, islas frente a las costas y una tierra viva hacen del norte de Islandia un mundo único. Es la tierra soñada por los senderistas, donde el ocaso, en época de solsticio de verano, no tiene parangón, cuando el sol apenas besa el mar antes de elevarse de nuevo. Es la tierra que une literatura medieval, la historia y la naturaleza, que en conjunto brinda la paz y tranquilidad que en muchas ocasiones es lo que verdaderamente se busca al viajar.

Cultura Gastronómica

Siempre nos gusta recordar la oportunidad que tenemos de conocer una cultura durante un viaje, a través de su buena mesa. 

La base de la cocina islandesa es la frescura. El pescado llega fresco de las impolutas aguas alrededor del país, la carne proviene de animales que pastan en pastizales lejos de las áreas urbanas e, incluso, en las Tierras Altas del interior.

Se cultivan muchas verduras en Islandia, algunas a cielo raso, otras en invernaderos, calentados con agua geotérmica. De modo, que los chefs islandeses tienen fácil acceso a materias primas de la mejor calidad.  Muchos tipos de pescado y cordero son tradicionales, pero la mayoría de los restaurantes también ofrecen ternera, pollo, cerdo, caza, aves marinas, cigalas, gambas y vieiras, así como platos vegetarianos.

La comida tradicional islandesa tiene un interés especial; se preparaba para poderla guardar durante los largos inviernos en los tiempos anteriores a la nevera. El pescado se secaba y el “harðfiskur” sigue siendo un tentempié muy popular. El tiburón se curaba con lo que adquiría un sabor muy fuerte. La sangre y el hígado se usaban para hacer embutidos que se conservaban en suero de leche, así como la carne de cordero y las criadillas. 

La comida rápida a la que habitualmente estamos acostumbrados es de coste elevado, sin embargo, los islandeses lo tienen todo preparado.  A lo largo de los años, Islandia se ha hecho famosa por sus perritos calientes y hay que pedir un “eina með öllu” (uno con todo), lo que significa que el perrito llevará cebolla frita y cebolla cruda, ketchup, mostaza y salsa remoulade.

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