SUIZA
SUIZA

Historia Mitológica

Seguramente, lo primero que se ha venido a la mente al leer Suiza son sus montañas, su paraíso financiero, los chocolates, el queso; sin embargo, es algo más que eso.

Es una Confederación Helvética constituida por la unión de 26 estados, que son autónomos en materia militar, educativa y religiosa.  Cada una de ellas, cuenta con particularidades únicas.  En Suiza se hablan cuatro idiomas distintos, la mitad de la población es católica y la otra protestante, buena parte de su población es extranjera.

Lugares Poco Frecuentados

Todo esto nos da una referencia del amasijo de culturas, de lo fascinante de su variedad y al mismo tiempo del respeto que se repita en este pequeño país.

Berna
Acogedor y hospitalario: estos dos atributos describen perfectamente el destino Berna. La ciudad y las comunidades en el destino se distinguen también por sus muchos superlativos. Los visitantes del casco antiguo de Berna, que forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, pueden pasear por las galerías comerciales cubiertas más largas de Europa. El río Aare, que es uno de los principales hitos de la capital suiza, aparte de la Torre del Reloj (Zytglogge), también puede presumir con un superlativo: es el río suizo más largo que sube y termina completamente dentro de Suiza. Además, en verano ofrece un punto culminante clásico de Berna: pasear en bote por el Aare. Otros lugares de interés son la montaña local, Gurten, el BearPark, así como numerosos museos.
Montreux Riviera
Si anhelas la naturaleza, paisajes inolvidables, aire fresco, excelentes vistas y alejarte de todo, ¡este es el destino correcto! Con el lago de Ginebra, viñedos y montañas, Montreux Riviera es realmente otro mundo. Vale la pena explorar una región que puede satisfacer todos sus caprichos, desde caminatas y paseos hasta terrazas de cafés y bodegas, sin olvidar las excursiones en tren, bicicleta y barco. Situado entre el lago de Ginebra y los Alpes, Montreux disfruta de un clima particularmente agradable y una forma de vida suave, que, incluso en el siglo 19, ya estaba seduciendo a los nombres más importantes de la literatura y la música. Montreux es famosa por sus magníficos edificios de la Belle Epoque, muelles bordeados de flores y los callejones íntimos y empinados de su centro histórico.
Lucerna
Ubicada ante un impresionante panorama alpino se halla Lucerna, la puerta de entrada a la Suiza Central, a orillas del Lago de los Cuatro Cantones. Gracias a sus atracciones, sus atractivas tiendas, su ubicación única junto al lago y las montañas de excursión cercanas Rigi, Pilatus o Stanserhorn, la ciudad es destino de numerosos grupos de turistas y viajeros individuales que atraviesan Suiza. Las casas históricas, adornadas de frescos, se hallan en el casco antiguo, cerrado a los coches, en plazas pintorescas como el mercado del vino (Weinmarkt). Lucerna es una ciudad de plazas e iglesias. La iglesia jesuita del siglo XVII se considera como la primera obra barroca religiosa de Suiza, siendo las dos torres de la iglesia "Hofkirche" monumentos característicos de la ciudad. El león moribundo, cortado en la roca en conmemoración de los suizos que murieron como héroes en 1792 en las Tuilerías, es uno de los monumentos más famosos de Suiza. Con el panorama Bourbaki de 112 metros de largo, Lucerna posee uno de los pocos cuadros monumentales conservados en el mundo.
Lucerna
Ubicada ante un impresionante panorama alpino se halla Lucerna, la puerta de entrada a la Suiza Central, a orillas del Lago de los Cuatro Cantones. Gracias a sus atracciones, sus atractivas tiendas, su ubicación única junto al lago y las montañas de excursión cercanas Rigi, Pilatus o Stanserhorn, la ciudad es destino de numerosos grupos de turistas y viajeros individuales que atraviesan Suiza. Las casas históricas, adornadas de frescos, se hallan en el casco antiguo, cerrado a los coches, en plazas pintorescas como el mercado del vino (Weinmarkt). Lucerna es una ciudad de plazas e iglesias. La iglesia jesuita del siglo XVII se considera como la primera obra barroca religiosa de Suiza, siendo las dos torres de la iglesia "Hofkirche" monumentos característicos de la ciudad. El león moribundo, cortado en la roca en conmemoración de los suizos que murieron como héroes en 1792 en las Tuilerías, es uno de los monumentos más famosos de Suiza. Con el panorama Bourbaki de 112 metros de largo, Lucerna posee uno de los pocos cuadros monumentales conservados en el mundo.
Berna
Acogedor y hospitalario: estos dos atributos describen perfectamente el destino Berna. La ciudad y las comunidades en el destino se distinguen también por sus muchos superlativos. Los visitantes del casco antiguo de Berna, que forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, pueden pasear por las galerías comerciales cubiertas más largas de Europa. El río Aare, que es uno de los principales hitos de la capital suiza, aparte de la Torre del Reloj (Zytglogge), también puede presumir con un superlativo: es el río suizo más largo que sube y termina completamente dentro de Suiza. Además, en verano ofrece un punto culminante clásico de Berna: pasear en bote por el Aare. Otros lugares de interés son la montaña local, Gurten, el BearPark, así como numerosos museos.
Montreux Riviera
Si anhelas la naturaleza, paisajes inolvidables, aire fresco, excelentes vistas y alejarte de todo, ¡este es el destino correcto! Con el lago de Ginebra, viñedos y montañas, Montreux Riviera es realmente otro mundo. Vale la pena explorar una región que puede satisfacer todos sus caprichos, desde caminatas y paseos hasta terrazas de cafés y bodegas, sin olvidar las excursiones en tren, bicicleta y barco. Situado entre el lago de Ginebra y los Alpes, Montreux disfruta de un clima particularmente agradable y una forma de vida suave, que, incluso en el siglo 19, ya estaba seduciendo a los nombres más importantes de la literatura y la música. Montreux es famosa por sus magníficos edificios de la Belle Epoque, muelles bordeados de flores y los callejones íntimos y empinados de su centro histórico.

Cultura Gastronómica

Aunque es un país pequeño, tiene mucho por descubrir y en cada lugar que visite se le hará la boca agua con las especialidades gastronómicas regionales que tendrá a su alcance.  Puede elegir entre una visita culinaria en restaurantes instalados en cuevas, acercándonos en barco; disfrutar de la Gran Ruta Suiza y haciendo una parada en Gstaad, para disfrutar de productos locales de las lecherías, carnicerías y panaderías, así como de los acogedores restaurantes.

Finalmente, qué mejor broche para cerrar una experiencia inolvidable, con la participación en los talleres para confeccionar delicados bombones, experimentar con notas amargas y dulces, y adquirir una idea de cómo atemperar, aconchar y hacer ganaches.  Después del curso, solo queda hacer espacio en la maleta para que pueda llevar el chocolate que ha creado.

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Siempre todo estará bajo control y continuamente estaremos a tu lado.

Nuestros guías expertos te acompañan en todo momento para descubrir la riqueza del lugar que visitas haciéndote sentir parte de ellos.

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